Diversos sistemas han sido
adoptados por las legislaciones del mundo para lograr el equilibrio entre las prestaciones
recíprocas en contratos bilaterales. Estos sistemas reflejan diferentes
concepciones de justicia en el contrato. Por un lado, encontramos la justicia
liberal, que ha predominado en el pasado siglo bajo los Códigos civiles
inspirados en el principio de autonomía de la voluntad. Según esta visión, la
libertad absoluta de las partes en un contrato asegura un equilibrio natural en
las prestaciones, ya que el mercado regula las demandas y ofertas. Sin embargo,
esto puede resultar en desigualdades económicas, donde la parte más fuerte se
beneficia de la más débil.
Por otro lado, existe la justicia
igualitaria, que se preocupa por proteger la igualdad entre las partes
contratantes. La desigualdad económica puede llevar a que el contratante más
poderoso obtenga ventajas injustas sobre el más débil, lo que pone en
entredicho la libertad aparente de ambas partes. Para abordar estas
situaciones, la justicia igualitaria se puede manifestar de dos maneras: como
justicia individual y correctiva, mediante sentencias judiciales que corrigen
el desequilibrio en casos específicos, o como justicia colectiva y preventiva,
a través de leyes imperativas o de interés social que protegen a toda una
categoría de personas que celebren un tipo de contrato en abstracto.
En el campo del derecho
patrimonial, se han implementado reformas para proteger a la parte más débil en
algunos contratos, pero en el derecho de familia, se ha adoptado un enfoque más
individualista, lo que ha generado críticas sobre la falta de protección a los
hijos menores y la mujer casada.
Aunque algunas leyes han buscado
limitar la autonomía de la voluntad en favor de la solidaridad social, existe
un contrasentido en las corrientes ideológicas actuales, donde se han
establecido disposiciones individualistas en ciertas áreas del derecho. Algunos
opinan que el derecho civil, aunque refleje las aspiraciones sociales, siempre
tendrá una base individualista, y la verdadera etapa del derecho social sería
la absorción del derecho privado por el derecho público.
En resumen, las distintas
concepciones de justicia en el contrato buscan equilibrar las prestaciones
entre las partes, ya sea mediante libertad contractual y regulación del mercado
o mediante protección de la igualdad en el contrato y legislación preventiva.
Sin embargo, existen tensiones y contradicciones en la aplicación de estos
principios en diferentes áreas del derecho.
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